¿Qué es un agujero macular?
El agujero macular es una enfermedad de la interfase vítreo-retiniana consistente en la pérdida de tejido retiniano en la mácula o zona de máxima visión.
Diferenciamos tres tipos distintos:
-Agujero macular propiamente dicho. La pérdida de tejido afecta a todo el espesor de la retina. De este tipo os comentaremos nuestra experiencia en esta entrega.
-Agujero lamelar. La pérdida de tejido es parcial. Por sus características especiales y las novedades acontecidas en su tratamiento en los 2 o 3 últimos años le dedicaremos la próxima entrega.
-Agujero macular asociado a la alta miopía.
¿Por qué se forma un agujero macular?
Como venimos comentando en entregas anteriores, la causa es un desprendimiento vítreo posterior incompleto o prolongado que tracciona de la mácula.
En general aparece en edades avanzadas, pero a veces podemos verlo en pacientes jóvenes después de un traumatismo.
El grupo del profesor Alain Gaudric en Francia ha realizado importantísimas aportaciones para explicarnos la causa de esta enfermedad.
¿Cómo se manifiesta?
Al estar precedido por un desprendimiento vítreo posterior, el paciente puede notar miodesopsias o «moscas volantes». Posteriormente el paciente nota una pérdida rápida y severa ( menos de un 10%) de la visión central de modo que en pocas semanas el paciente por ejemplo no puede leer. Asimismo percibe las líneas rectas como onduladas (metamorfopsia), siendo esto común en muchas enfermedades de la mácula.
¿Cuándo debe operarse?
El agujero macular debe operarse cuanto antes debido a que está bien probado que, a medida que pasa el tiempo, el agujero aumenta de tamaño y las posibilidades de éxito en la cirugía disminuyen.
Sin embargo, el agujero macular que aparece en personas con alta miopía tiene mal pronóstico y muchos cirujanos pensamos que sólo debe operarse cuando provoca un desprendimiento de retina (éste puede llevar a la ceguera completa).
¿Cómo lo operamos en el Hospital Virgen del Mar?
Considerando su origen común con el resto de enfermedades de la interfase vítreo-macular, durante la cirugía extraemos el vítreo que podemos encontrar aún traccionando de la mácula. También tenemos presente que muchas veces puede haber membranas epirretinianas asociadas que también deben ser extraídas. Por último, extraemos la membrana limitante interna con la ayuda del azul brillante G.
La operación la realizamos con anestesia local y dura aproximadamente 1 hora. El paciente debe mantener durante unos días la cabeza mirando hacia abajo debido a que inyectamos un gas dentro del ojo que es imprescindible para el éxito de la cirugía.
Os mostramos un caso operado en nuestro centro. En la siguiente fotografía de la retina, la flecha indica el contorno del agujero.

En la fotografía podéis observar una zona redondeada de pérdida de tejido en la mácula.
La tomografía de coherencia óptica es una prueba que nos permite ver a gran aumento la mácula. Os presentamos la que le practicamos a este paciente antes de ser operado. Podéis observar la solución de continuidad correspondiente al agujero. La doble flecha indica todo el tejido de la retina que se ha perdido. Este paciente tenía una visión central de 0,1 (es decir, un 10%). No podía leer ni conducir.
Despúes de la operación podéis observar en la fotografía de fondo de ojo cómo desaparece el agujero.
En la tomografía de coherencia óptica podéis comprobar cómo desaparece la solución de continuidad en la retina.
Este paciente recuperó una buena agudeza visual central (70%) y ahora podrá hacer su actividad normal toda la vida.

¿Cómo actuamos si el paciente también tiene catarata?
Si la catarata está muy avanzada de modo que no permite al cirujano una buena visualización preferimos operar primero la catarata y unas semanas después realizamos la vitrectomía. Si la catarata está poco avanzada realizamos primero la vitrectomía y después (semanas o meses) la catarata. No operamos a la vez la catarata y la vitrectomía debido a que el gas puede inducir complicaciones tales como desplazamiento de la lente intraocular y a que aumenta la agresividad y, por consiguiente, la inflamación dentro del ojo.
