La retinopatía diabética florida o retinopatía diabética rápidamente progresiva es una forma poco frecuente de retinopatía diabética que se caracteriza por su extrema agresividad y rapidez de evolución. Aparece en pacientes jóvenes diabéticos tipo I con mal control metabólico. En poco tiempo (menos de 6 meses) conduce a la ceguera (glaucoma neovascular, desprendimiento de retina traccional o proliferación fibrovascular hialoidea anterior). A pesar del tratamiento precoz e intensivo con panfotocoagulación láser, suele requerirse la vitrectomía para su tratamiento, aunque sus resultados muchas veces son pobres.

Por vez primera se han comunicado los resultados del tratamiento de dicha enfermedad mediante la combinación de vitrectomía más fármacos antiangiogénicos  en una serie de 61 ojos (45 pacientes). Los pacientes fueron clasificados en tres estadíos de severidad de acuerdo con la extensión de las membranas fibrovasculares.

Después de un seguimiento de 20,3 meses la media de agudeza visual mejoró significativamente desde +1,7 logMAR previo a la cirugía a+0,8 logMAR. La ganancia visual fue significativa en los estadíos I y II, pero no en el estadío III. Se consiguió una retina plana sin silicona en el 84% de los ojos, con una media de 1,82 cirugías por ojo. 8 ojos (13%) progresaron a glaucoma neovascular o ptisis a pesar de repetidas cirugías.

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Esta es la conclusión del metaanálisis recientemente publicado por  Kessel y colaboradores (1). Compararon la efectividad del tratamiento post-cirugía de catarata no complicada (facoemulsificaión + lente intraocular) con colirio con corticoides frente a colirios de antiinflamatorios no esteroideos (AINES) para prevenir la inflamación postquirúrgica y el desarrollo de edema macular postquirúrgico. Identificaron 15 estudios randomizados publicados en la literatura científica hasta la fecha, encontrando que con el uso de corticoides tópicos desarrollaron  edema macular postquirúrgico un 25,3% de pacientes, mientras que con el uso de AINES tópicos los desarrollaron sólo un 3,8% de los pacientes (riesgo relativo de 5,35).

Los corticoides actúan sobre mediadores inflamatorios intercelulares mientras que los AINES actúan inhibiendo las enzimas ciclooxigenasa que catalizan la formación de prostaglandinas (mediadoras de reacciones inflamatorias) y tromboxano.

En este estudio se incluyeron 7 estudios que analizaron diclofenaco, 4 estudios con ketorolaco, 3 estudios con bromfenac, 1 estudio con nepafenac y 1 estudio con indometacina. Los autores no analizaron cuál de ellos era más efectivo. Tampoco evaluó cuándo debe instaurarse la terapia con AINES tópicos, si bien en alguno de los estudios incluidos, el tratamiento con AINES tópicos  era más efectivo para prevenir el edema macular cuando se instauraba 1-3 días antes de la cirugía que cuando se instauraba al día siguiente de la cirugía.

(1) Kessel L et al. Post-cataract prevention of inflammation and macular edema by steroid and nonsteroidal anti-inflammatoy eye drops. Ophthalmology 2014 (en prensa)

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Dentro de la degeneraciòn macular asociada a la edad (DMAE) existe un tipo especial denominado vasculopatía coroidea polipoidal idiopática (VCP) que presenta unas particularidades especiales que la diferencian de otras formas de DMAE. Descrita por Yannuzzi y colaboradores en 1990, se caracteriza clìnicamente por la aparición de desprendimientos sero-hemorrágicos que afectan al área macular y peripapilar. Es una enfermedad de la vascularización coroidea de patogenia desconocida en la que protruyen nòdulos vasculares desde la circulación coroidea por debajo de la capa del epitelio pigmentario. Hasta la fecha, la angiografía con verde de indocianina es la técnica de imagen que permite su diagnòstico de forma màs precisa (técnica «gold standard»). Sin embargo, muchos centros no disponen de esta tècnica de diagnòstico y la enfermedad es frecuentemente infradiagnosticada, confundiéndose frecuentemente con la neovascularizaciòn coroidea oculta, que tambièn provoca la aparición de desprendimientos del epitelio pigmentario. La importancia de que la VCP no pase desapercibida estriba en que diversos estudios han mostrado que los mejores resultados en su tratamiento se obtienen mediante la combinación de terapia fotodinámica asociada a fármacos antiangiogènicos.

Recientemente se ha publicado un estudio de 51 ojos que presentaban 1 o màs desprendimientos del epitelio pigmentario atribuibles bien a neovascularizaciòn coroidea oculta o bien a VCP en el que una retinòloga experta en técnicas de imagen (1) evaluaba la aparición de las siguientes características tomogràficas de los desprendimientos del epitelio pigmentario (que orientan hacia el diagnòstico de VCP):

-forma picuda del epitelio pigmentario

-apariciòn de una muesca en el desprendimiento del epitelio pigmentario

-apariciòn de anillos hiperreflectivos que rodean un área hiporreflectiva (que probablemente representarìa la luz del pólipo) adheridos a la superficie posterior del epitelio pigmentario

El diagnòstico basado en las imágenes de OCT fue comparado luego con el diagnòstico realizado con angiografía con verde de indocianina.

La OCT detectò 35 de 37 casos de VCP (sensibilidad del 94,6%) y excluyò correctamente 13 de 14 casos de neovascularizaciòn coroidea oculta (especificidad del 92,9%).

Consideramos muy interesante esta publicaciòn  debido a que muchos casos de VCP pasan frecuentemente inadvertidos en la pràctica clínica habitual.

(1) G de Salvo et al.: «Sensitivity and specificity of spectral-domain optical coherence tomography in detecting idiopathic polipoidal choroidal vasculopathy». Am J Ophthalmol 2014, artìculo en prensa.

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