DMAE: Un nuevo tratamiento en colirio en estudio
noviembre 24th, 2015 Posted by Francisco Sánchez-Waisen General 0 comments on “DMAE: Un nuevo tratamiento en colirio en estudio”En los pacientes con degeneración macular neovascular relacionada con la edad y especialmente aquellos con lesiones con componente clásico, la adición del colirio en solución oftálmica al 2% de lactato de escualamina (OAR-102) al anti-VEGF ranibizumab produjo un aumento de la agudeza visual, de acuerdo con un estudio en marcha de fase 2.
Hubo una ganancia media de la agudeza visual y en la proporción de pacientes con ganancias de tres, cuatro y cinco líneas de visión para los pacientes con neovascularización coroidea, según una comunicación presentada este año en la reunión anual de la Academia Americana de Oftalmología. No hubo una reducción, sin embargo, en el número total de inyecciones de ranibizumab.

Molécula de escualamina
El mecanismo de acción del lactato de escualamina es intracelular e inhibe la angiogénesis. Se altera la activación celular y la división celular mediante el bloqueo de las señales de múltiples factores de crecimiento, incluyendo el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) y el factor de crecimiento básico de fibroblastos.
El estudio se realizó con 142 pacientes de 23 localizaciones en los Estados Unidos con neovascularización conoidea. Todos los pacientes recibieron ranibizumab al inicio del estudio, y luego fueron aleatorizados para recibir colirio de escualamina dos veces al día durante 9 meses o una solución placebo. Los pacientes se retrataron con ranibizumab si la tomografía de coherencia óptica mostraba edema macular quístico, líquido intrarretiniano y/o subretiniano o una elevación del epitelio pigmentario de la retina.

Squalus acanthias, tiburón en el que se aísla la escualamina
Para los 128 pacientes que completaron el estudio, la combinación del colirio de lactato de escualamina más inyección intravítrea de ranibizumab era mejor que la monoterapia con ranibizumab. En pacientes con lesiones con componente clásico, se vio una diferencia de más de seis letras con la combinación. En las lesiones ocultas también se apreció un efecto positivo y aunque este fue menos pronunciado si fue muy superior a la monoterapia en número de pacientes con ganancias de cuatro y cinco líneas de agudeza visual.
El colirio de Escualamina fue generalmente bien tolerado. Solo dos pacientes abandonaron el tratamiento debido a intolerancia por molestias e inflamación ocular, pero no hubo eventos adversos graves.
Tendremos que estar pendientes del ensayo clínico pero puede ser un fármaco muy prometedor debido a su facilidad de uso, a su buena tolerancia y a su modo de acción.
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