Hoy me gustaría intentar resolver una de las situaciones que causan más ansiedad en los usuarios de lentes de contacto. Esta situación es cuando lo usuarios no pueden quitarse las lentes debido o bien a que la lente se ha movido de su lugar o bien porque la lente se ha quedado «pegada».

Esto puede ocurrir debido a la deshidratación de las lentes, que necesitan de una correcta hidratación para mantener un buen posicionamiento y movimiento dentro del ojo. Debido a esto es muy útil sobretodo en ambientes secos (aires acondicionados, calefacciones) utilizar lágrimas artificiales sin conservantes, para una correcta humectación de las mismas.

¿Qúe hacer?

Lo primero es mantener la calma, un estado de nerviosismo o ansiedad no ayudará a poder quitártelas, sobretodo si después de varios intentos no es posible quitártelas.

Lo segundo es buscar un espejo, si es posible de aumento e intentar verificar que la lente está posicionada en su lugar correcto. Si la lente está en su lugar, pero esta «pegada», no intentes quitártela a la fuerza, debido a que puedes producir un daño corneal. Lo ideal es que realices una correcta humectación de las mismas, mediante lágrimas artificiales o suero fisiológico, una vez hidratadas, la lente podrá se quitada con facilidad.

Importante !!, si al quitar la lente de contacto percibes que tiene alguna rotura y es posible que haya quedado algún resto de la lente en el interior del ojo, acude a tú oftalmólgo especialista para que valore la extracción de un posible resto y/o verifique que no hay ningún daño corneal.

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Referencias:

–  Recomendaciones usuarios de lentes de contacto, Colegio Nacional de Opticos Optometristas.