En cuanto a la respuesta quirúrgica de la presbicia (vista cansada) y de la catarata una de las decisiones claves está en la selección adecuada de la lente intraocular. Ésta debe ser absolutamente personalizada a las demandas que en su vida cotidiana postoperatoria tenga el paciente.
Así, no habrá una única opción para todos los pacientes, sino que en función de sus demandas (visión nocturna, calidad de visión, demanda de cantidad de visión cercana sin corrección), así debe de seleccionarse la lente a implantar.
La plataforma Crystalens es la lente acomodativa más implantada a nivel mundial. Este tipo de lente basa su funcionamiento en los movimientos de acomodación que, tras retirar el cristalino, todavía mantiene el músculo ciliar. Además se complementa con un aumento de profundidad de foco (mejora de visión cercana), por su perfil óptico (hiperprolacidad central en la HD y asfericidad en la AO).
En cuanto a los resultados nos encontraremos una visión lejana excelente (la de mayor calidad de todas las lentes premium), una intermedia excelente (en la que el resto tienen su punto débil) y una cercana que nos permitirá una “visión social”, esto es, ver el reloj y el móvil sin corrección.
Entrando en mayor detalle en la visión cercana, los estudios demuestran que pueden ver de media J3 (letra de prospecto) y en el peor de los casos J5 (letra de periódico), aunque más que probablemente sería conveniente el uso de una adicción de 1,5dp para lectura prolongada. Esto nos daría la visión que tiene una persona emétrope (sin defecto refractivo) de 45 años, para toda la vida.
No presenta los efectos disfotópsicos (halos nocturnos) que otras pueden presentar, con lo que sería la lente de elección para pacientes que quieran una visión de muy alta calidad tanto lejana como intermedia y que no tengan inconveniente en el uso de corrección de cerca para lectura prolongada.
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