Los pacientes que han perdido la visión necesaria para realizar sus tareas cotidianas son casi dos veces más propensos a estar deprimidos que las personas con buena visión, según un estudio publicado en Marzo en la revista JAMA Ophthalmology.
Para evaluar la relación entre la pérdida de visión y la depresión se usaron datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) en EEUU, que incluyó a 10.480 adultos.

La prevalencia de depresión en los adultos de más de 20 años con deterioro de la función visual fue del 11,3% (95% intervalo de confianza [IC], 9,7% – 13,2%) en comparación con el 4,8% de los adultos sin ningún tipo de deterioro visual (95% CI, 4,0% – 5,7%).
Cuando los investigadores ajustaron los datos para 18 otras características relacionadas con la depresión, la prevalencia de la depresión se redujo ligeramente, pero las proporciones no cambiaron. Se ajustó por edad, sexo, raza/etnia, factores socio-económicos, conductas no saludables (por ejemplo, el tabaquismo) así como por la presencia de enfermedades crónicas.

Un dato interesante encontrado fue que la mayor prevalencia de depresión, hasta un 25%, se daba en las personas que comunicaron dificultad con la conducción diurna.
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