En los pacientes jóvenes con diabetes tipo 1 que tuvieron durante varios años un control glucémico estricto de su diabetes, es muy probable que necesiten un menor número de cirugías oculares en relación con su diabetes, incluso décadas después, según nuevos datos extraidos de los importantes estudios sobre diabetes DCCT y EDIC que nos han aportado evidencias significativas sobre la importancia del control glucémico a largo plazo en la diabetes. Estos resultados han sido publicados en abril del New England Journal of Medicine.

En el estudio DCCT, los pacientes fueron asignados al azar para recibir un control estricto de la glucemia o un control convencional durante una media de 6,5 años. El presente análisis muestra que, durante 23 años de seguimiento, los que recibieron la terapia intensiva tenían casi un 50% menos de riesgo que los que recibieron tratamiento convencional de necesitar una cirugía para una enfermedad ocular relacionada con la diabetes.
Otras publicaciones recientes basadas también basadas en datos de estos estudios han demostrado que, en comparación con el control de la glucemia convencional, el control intensivo de la glucemia se asocia con un riesgo un 55% menor de accidente cerebrovascular o infarto de miocardio, un 50% menos de riesgo de deterioro de la función renal y, fundamentalmente de un riesgo un 33% menor de mortalidad. En comparación con el tratamiento con insulina convencional, el control intensivo de la glucemia se asoció con una reducción del 76% en la aparición de retinopatía diabética y una reducción del 52% en la progresión de la enfermedad
Entre 1983 y 1989 se estudiaron 1441 pacientes entre 13 y 39 años de edad con diabetes tipo 1 que de forma aleatorizada recibían terapia intensiva para su diabetes (Objetivo de Hemoglobina glicosilada (HbA1c) de 6,05%) o bien terapia convencional durante una mediana de 6,5 años; los dos grupos mantuvieron niveles medios de HbA1c del 7% y 9%, respectivamente. Posteriormente, casi todos los pacientes entraron en el estudio de seguimiento del DCCT, conocido como EDIC, y hasta 2010 fueron seguidos.

Los investigadores determinaron la incidencia de cirugías oculares asociadas con la diabetes, que consistían en extracción de cataratas, vitrectomía y/o desprendimiento de retina, cirugía de glaucoma, cirugía de córnea, enucleación, o capsulotomía posterior con láser YAG. Durante el seguimiento, 63 de los 711 pacientes (8,9%) que recibieron la terapia intensiva habían sufrido 130 operaciones oculares relacionadas con la diabetes, frente a 98 de 730 pacientes (13,4%) de los que recibieron tratamiento convencional en los que se habían realizado 189 operaciones oculares (P < 0.001). Después del ajuste, el control estricto de la glucemia se asoció con un riesgo un 48% menor de cirugía ocular relacionada con la diabetes (95% intervalo de confianza [IC] de 29 a 63; p <0,001).
Por lo tanto, una estrategia intensiva de control de la glucemia manteniendo la HbA1c por debajo de 7 reduce de forma muy significativa el riesgo a largo plazo de las complicaciones oculares de la diabetes tipo 1 y la necesidad de cirugía ocular. Además el control intensivo tiene el potencial de reducir sustancialmente la morbilidad y la carga social y económica entre los pacientes con diabetes tipo 1.
Si tienes alguna pregunta, duda o comentario puedes hacerla en nuestro muro de facebook: