Uno de los artículos científicos con mayor peso con respecto a este tema ha sido publicado recientemente en la revista oftalmológica Cornea por el grupo de Barsam, Allon MA del Moorfields Eye Hospital de Londres. El poder de evidencia científica deriva de tratarse de un metaanálisis siguiendo la metodología del Grupo de Visión de Cochrane, donde se aplica un riguroso y sistemático proceso de revisión de todos los estudios publicados sobre el tema.
El objetivo que se plantearon fue el comparar en términos de eficacia, precisión, seguridad, efectos adversos y calidad de vida ganada, a los pacientes que eran operados con láser comparándolos con los operados con lente intraocular fáquica (sin extraer el cristalino).
Descartaban como opción quirúrgica la extracción del cristalino en pacientes que todavía podían acomodar, ver de cerca con sus gafas, por el riesgo que podía suponer de desprendimiento de retina que estaba reportado entre un 2 a un 8% de los casos.
Analizaron los estudios presentados con 2 tipos de lente intraoculares fáquicas (sin extracción del cristalino), que aparte de estar aprobadas por la FDA, están ampliamente extendidas por el mundo su implantación: Visian ICL y Verisyse/Artisan. Los resultados fueron comparados con los pacientes operados con láser excímer bien fueron con la técnica PRK o LASIK.
Los resultados de la revisión sugerían que las lentes intraoculares fáquicas eran más seguras que la corrección con láser en los pacientes miopes con más de 6 dioptrías. Los autores de todas maneras planteaban la necesidad de un seguimiento a largo plazo de los pacientes operados con lentes intraoculares fáquicas.
Encontraron del mismo modo evidencias de que la calidad de vida podía incrementarse más en el grupo de pacientes intervenidos con lente intraocular por el hecho de percibir menor grado de halos nocturnos y glare (deslumbramientos).
Con respecto a la precisión y los resultados refractivos no encontraron diferencias significativas entre ambas técnicas en pacientes con este grado de miopía.