Cuando en nuestra consulta nos preguntan los padres si se le podrían adaptar unas lentillas o no a su hijo, a los contactólogos nos surge la incertidumbre de que los niños menores de 12 años no son lo suficientemente responsables para cuidar sus lentes.
Aunque estoy de acuerdo que es necesario que el profesional y los padres establezcan ciertas reglas sobre el uso y el cuidado de las lentes, en mi experiencia, las lentes de contacto pueden animar enormemente a los niños a hacerse más responsables.
El profesional debe asegurarse de que los padres comprenden claramente las ventajas de usar lentes de contacto, las restricciones de su uso y el compromiso que implica a la hora de supervisar, manipular y cambiar las lentes.
La elección definitiva de lentes de contacto debe estar determinada en función de la edad, la motivación que subyace a su adaptación, el uso que se espera de ellas, la disponibilidad de parámetros y la disposición de los padres a poner y quitar las lentes de contacto a diario.
También dependerán del estilo de vida del niño y de la disposición o el interés de los padres en que su hijo use lentes de contacto.
En definitiva, SI se pueden adaptar lentes de contacto a pacientes pediátricos, pero con un control especial que debe de ser realizado por el profesional (contactólogo y oftalmólogo especialista en córnea), por los padres y por el propio niño.
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