Hoy os quiero hablar de un tema que cada vez tiene más importancia en la Oftalmología, son las Aberraciones ópticas.
El ojo es un instrumento óptico que proyecta las imágenes del mundo exterior
sobre la retina. Aunque suele compararse con una cámara fotográfica, la
calidad óptica de sus lentes: la córnea y cristalino, es, en general, peor que
la de un objetivo fotográfico común.
Las imperfecciones oculares predominantes son el desenfoque:
(la miopía, hipermetropía y el astigmatismo), estas se corrigen
con gafas, lentillas o cirugía refractiva.
Pero el ojo sufre, además, otras imperfecciones ópticas,
llamadas aberraciones ópticas, que no pueden corregirse mediante los métodos convencionales. Esas aberraciones, igual que el desenfoque, producen un emborronamiento de la imagen retiniana: reducen el contraste y limitan el intervalo de frecuencias espaciales de la imagen, es decir, el grado de detalle.
En la siguiente imagen podéis ver la diferencia en la imagen de un punto proyectado en la retina con y sin aberraciones oculares:
Las aberraciones oculares afectan más en condiciones nocturnas, cuando la pupila se dilata, el tamaño óptimo de pupila que proporciona la mejor calidad óptica depende de la magnitud y distribución de las aberraciones en cada ojo; ese tamaño óptimo se sitúa, en torno a 3 milímetros.
Con la tecnología actual ya somos capaces de medir y corregir las aberraciones oculares proporcionando al sistema visual mayor calidad óptica, el sistema de medida se realiza mediante un aberrómetro:
Y la corrección de las mismas se realiza mediante tratamientos customizados laser por frente de onda, los cuales además de corregir el desenfoque (miopía, hipermetropía y astigmatismo), eliminan las aberraciones oculares, provocando una visión de mayor calidad, una visión HD.
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