El agujero macular miópico tiene unas características especiales que lo diferencian del agujero macular idiopático o senil.
Muchos cirujanos pensamos que en ojos con alta miopía y un gran estafiloma de polo posterior no merece la pena operarlos de vitrectomía salvo si asocian un desprendimiento de retina.
Apoyando esta opinión, recientemente Kenji Suda y colaboradores han publicado recientemente un interesante artículo (Am J Ophthalmol 2010) en el que encuentran que, a medida que aumenta la longitud axial del ojo, es decir, su miopía, el éxito quirúrgico (cierre del agujero comprobado con OCT) decrece, de modo que, en pacientes con longitud axial mayor de 30 mm no consiguen el cierre del agujero en ningún caso.
Consiguieron el cierre del agujero en el 100% de los casos con longitud axial menor de 26 mm; en el 91,7% de los casos con longitud axial mayor de 26 mm y menor de 30 mm; y en 0% de los casos con longitud axial mayor de 30 mmm.
En este estudio, una gran longitud axial, un erro refractivo alto y la presencia de un estafiloma posterior se asociaron significativamente con un fracaso en el cierre del agujero macular.
Estos datos contrastan con los resultados publicados por García-Arumí y colaboradores (Retina 2001)