Hoy día las lentes de contacto esclerales han tomado relevancia dentro de la contactología. Esto es debido a las grandes ventajas que ofrecen en caso de adaptaciones en córneas irregulares, aberradas, problemas de superficie ocular como ojo seco, etc…
Una lente escleral es aquella lente de material permeable a los gases que tiene un diámetro total mayor que el diámetro de iris visible (DHVI) y apoya por tanto en la esclera. A partir de aquí su diámetro total puede variar en función de las necesidades del paciente y del contactólogo, en pro de un óptimo resultado. Por ello, las lentes esclerales originalmente eran de un mayor diámetro que las de hoy día, las cuales pueden tener sólo 3 ó 4 mm más que el DHVI. Dada la evolución de los diseños de las mismas y esta diferencia de diámetros, se presenta la necesidad de definirlas con una adecuada nomenclatura.
La Scleral Lens Education Society (SLS) desarrolló y recomendó una nomenclatura internacional, adoptada posteriormente también por la Academia Italiana Scleral Lens (AILeS), describiendo las lentes rígidas en general, basadas en el punto donde apoyan sobre la superficie ocular y no en su diámetro.
- lente corneal: apoyo en córnea
- lente esclero-corneal: apoyo parcialmente en córnea y esclera
- lente escleral: apoyo totalmente en esclera:
-escleral: su diámetro total es mayor que el DHVI más de 6 mm
-mini-escleral: su diámetro total es como máximo 6 mm mayor que DHVI
A pesar de esta nomenclatura sugerida por la SLS, algunos especialistas llaman lentes mini-esclerales a aquellas que no superan el DHVI en más de 3-4 mm, diferenciándolas de las de mayor diámetro pero que no llegan a sobrepasar los 6 mm. Así es que se plantean nuevas necesidades en cuanto a la nomenclatura que eviten confusión.
Esta semana, me gustaría hablaros al respecto, y tratar de aclarar una correcta nomenclatura de las lentes esclerales. Además repasaremos ventajas e inconvenientes asociados al diámetro total de éstas. En el artículo publicado en el “Contact Lens and Anterior Eye”, (1) encontramos una revisión al respecto muy interesante:
El artículo propone definir como Lente mini-escleral aquella con un diámetro total de 1-1.5 mm mayor que el DHIV, y enumera algunas de sus múltiples ventajas (2-5):
- Estas pueden ser más finas que las lentes grandes precisamente por tener diámetros inferiores y por lo tanto, las lentes más delgadas pueden proporcionar mejores Dk/t (permeabilidad a los gases) evitando condiciones de hipoxia corneal. Sin embargo, Irving Fatt afirmó que, definitivamente, una lente escleral con Dk/t de 100 podría aportar más que el suficiente oxígeno a la córnea.
- Además sostuvo que es necesario considerar la entrega de oxígeno sobre la córnea a través de la lente en lugar del flujo de oxígeno a través del intercambio de lágrima entre lente y córnea. En este sentido, las lentes de mayor diámetro supondrían una desventaja con respecto a las mini-esclerales.
- Además, una holgura reducida de la capa lagrimal entre le lente y la córnea puede reducir la formación de burbujas y permitir en el adelgazamiento de la capa, una disminución de detritus y de empañamiento, aumentando la agudeza visual. Aunque, por otro lado, las mini-esclerales son más difíciles de insertar sin formación de burbujas, en estos casos, se puede considerar una lente grande, con una zona de apoyo tórica más grande.
- Otro beneficio de las lentes mini-esclerales es la menor interacción con la toricidad escleral. El apoyo en la esclerótica más simétrica disminuye el descentramiento de la lente, lo que puede reducir los efectos prismáticos.
Son múltiples las ventajas de las mini-esclerales como hemos visto, sin embargo, también cuentan con desventajas en favor a las lentes de mayor diámetro, por tanto, dependerá de cada caso personalizado el indicar una mini-escleral o escleral. Cada ojo necesita una lente específica dependiendo de la forma y condiciones del ojo. Sin embargo, parece que las lentes de diámetro pequeño tienen más ventajas en comparación con las grandes. Los autores proponen una sugerencia a la hora de comenzar una adaptación que puede ser empezar con la lente más pequeña posible, refiriéndose a HVID y anchura del limbo, y después, sólo si es necesario y si algunos problemas no se solventan, adaptar una escleral de diámetro mayor.
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- Van der Worp E, Bornman D, Ferreira DL, Faria-Ribeiro M, Garcia-Porta N, González-Meijome JM. “Modern scleral contact lenses: A review”. Cont Lens Anterior Eye. 2014 Aug;37(4):240-50. doi: 10.1016/j.clae.2014.02.002. Epub 2014 Mar 12. Review.
- D. Ezekiel. “Gas permeable haptic lenses”, J. Br. Cont. Lens Assoc. 6 (1983) 158–161, http://dx.doi.org/10.1016/S0141-7037(83)80064-0.
- K.W. Pullum, “Scleral contact lenses”, in: Phillips, Speedwell (Eds.), Contact Lenses, Elsevier, 2007, pp. 333–353.
- P. Rosenthal, J. Cotter, “The Boston scleral lens in the management of severe ocular surface disease”, Ophthalmol. Clin. North Am. 16 (2003) 89–93, http://dx.doi.org/ 10.1016/S0896-1549(02)00067-6.
- E.S. Visser, R. Visser, H.J. Van Lier, H.M. Otten, “Modern scleral lenses, part I: clinical features”, Eye Cont. Lens 1 (2007) 13–16, http://dx.doi.org/10.1097/01.icl. 0000233217.68379.d5.