El uso de lentes de contacto es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de factores inflamatorios de la superficie ocular.
El uso continuado de lentes de contacto puede inducir un estrés hipóxico o mecánico en la superficie ocular actuando como un vehículo para la inoculación microbiana, lo que conduce a una posible lesión epitelial sutil e infiltración por patógenos.
Se ha demostrado cómo el uso de lentes de contacto puede provocar signos de inflamación que se observan clínicamente en la superficie ocular, y que se traducen en incomodidad:
- Enrojecimiento y/o edema
- Calor
- Hinchazón
- Pérdida de función y/o hipoxia
- Dolor
Estas formas más leves de la inflamación se pueden gestionar alterando el material de la lente de contacto, mediante un ajuste y disminución del tiempo de uso e instilación de lágrimas artificiales.
Sin embargo, en casos severos, la inflamación que induce la lente de contacto puede conducir a eventos adversos que justifiquen la interrupción y en muchos casos abandono del uso de la misma.
Una gran proporción de usuarios de lentes de contacto blandas informa sequedad ocular y malestar. Se ha afirmado que ese dolor corneal podría deberse a una inflamación subclínica con la presencia de la secreción anormal de lágrima y aumento de la sensibilidad corneal.
Pero además de los signos tradicionales de inflamación antes nombrados existen otros métodos para medir la inflamación de la superficie ocular en niveles subclínicos que debemos tener en cuanta e incluyen:
- Concentraciones de mediadores inflamatorios lagrimales
- Cambios en la morfología de células conjuntivales y células dendríticas del epitelio corneal
- Cambios en la densidad y morfología de las mismas
El propósito de la revisión que se analiza en esta entrada es examinar y resumir el conocimiento existente sobre los mecanismos de la inflamación de la superficie ocular relacionada con lentes de contacto y la evidencia de la efectividad de los métodos objetivos actuales para medir la inflamación de la superficie ocular.
La respuesta inflamatoria que induce el uso y abuso de lentes de contacto en la superficie ocular, libera moléculas y proteínas proinflamatorias, esto conlleva la migración de las células presentadoras de antígenos a cambios en la morfología de las células conjuntivales. Estos cambios impulsan aún más la cascada inflamatoria, en un círculo vicioso.
Cuando se presenta un patógeno o cuerpo extraño a la superficie ocular, el sistema inmune innato se activa, lo que conduce a la secreción de ciertas proteínas inflamatorias que a su vez, pueden dañar la superficie ocular.
También se observa una mayor metaplasia de las células conjuntivales con el uso de lentes de contacto, pero los cambios en la densidad de las células caliciformes no son concluyentes. Aunque se ve que la densidad de células dendríticas aumenta poco después de iniciar el uso de lentes de contacto blandas, los cambios y efectos a largo plazo del uso de lentes de contacto en la migración de células dendríticas en la córnea y la conjuntiva requiere un mayor estudio.
Actualmente se están estudiando los factores del paciente, como la edad, el tabaquismo, las enfermedades sistémicas y el perfil genético. Una mejor comprensión de estos mecanismos puede facilitar el desarrollo de nuevas opciones de gestión y estrategias para minimizar la inflamación de la superficie ocular relacionada con el uso de lentes de contacto.
Como concluye The Vision Care Institute, en Prácticas esenciales de lentes de contacto, el estudio de la película lagrimal es uno de los aspectos más importantes a valorar en los potenciales usuarios de lentes de contacto y en el seguimiento de los actuales pacientes. El uso de lentes de contacto, en sí mismo, provoca una película mas fina y menos estable que la pelicula pre-ocular. La transparencia de las lágrimas las hace difíciles de examinar, y el reto para el profesional está en desarrollar una técnica para visualizar la estructura sin provocar su desestructuración. El uso de técnicas no invasivas, o mínimamente invasivas debería utilizarse siempre.
Siendo conocedores de los diferentes mecanismos que alteran la mecánica de la película lagrimal, se debería utilizar una combinación de pruebas para estudiar tanto la calidad como la cantidad de la misma.
Si tienes alguna pregunta, duda o comentario puedes ponerla en nuestro muro de facebook:
- Cecilia Chaoa, Kathryn Richdale. Non-invasive objective and contemporary methods for measuring ocular surface inflammation in soft contact lens wearers – A review. Contact lens & Anterior lens. 2017 Oct;40(5):273-282.
- Bright AM and Tighe BJ. The composition and interfacial properties of tears, tear substitutes and tear models. J BCLA, 1993; 16:2 57-662. 2.
- Guillon JP. Tear film structure and contact lenses, in: Holly FJ (ed), The Preocular Tear Film in Health, Disease and Contact Lens Wear; (Lubbock, Texas: Dry Eye Institute) 1986; 85: 815-939.