El uso de lentes de contacto se considera una opción segura y efectiva para la compensación del defecto refractivo. Sin embargo, no está exenta de riesgos importantes, como la queratitis microbiana, una infección que puede tener graves repercusiones para la integridad de la córnea e incluso para la visión. Muchos estudios epidemiológicos han identificado los factores de riesgo de la queratitis microbiana relacionada con lentes de contacto:
- desinfección poco frecuente de lentes de contacto
- uso nocturno de las lentes
- tabaquismo
- lavado inadecuado de manos
- mala higiene del portalentes
Los portalentes reciben muy poca atención en su limpieza y son los que más frecuentemente se encuentran contaminados en comparación con otros accesorios de las lentes de contacto. Se cree que un mal hábito de limpieza del portalentes es la principal causa de contaminación del mismo. Sin embargo, los estudios han demostrado que incluso siguiendo las instrucciones recomendadas no garantiza necesariamente la no contaminación de los portalentes. Por tanto, cabe pensar
que otros factores distintos del comportamiento higiénico pueden ser
la causa de la contaminación microbiana. Esta semana hablaremos de ellos, tomando como referencia la Revisión publicada en el Contact lens and Anterior Eye, “Contact lens hygiene compliance and lens case contamination: A review”.
La Revisión destaca como factores de riesgo en la contaminación de los estuches de lentes de contacto:
- Formación de biofilm en los portalentes.
El biofilm bacteriano puede definirse como una comunidad estructurada de células bacterianas. Es posible que durante la inserción y extracción de la lente, las bacterias pueden ser transferidas a los estuches de almacenamiento de las lentes a través de los dedos. La formación de biofilm bacteriano ha sido bien documentado. - Sistemas de desinfección usados para las lentes de contacto.
Históricamente, los sistemas de limpieza y mantenimiento de lentes de contacto venían dados como una solución de limpieza y desinfección separada de una solución salina no conservada utilizada como enjuague. O bien una solución usada en conjunción con un comprimido liberador de cloro. Desde la introducción de soluciones desinfectantes multiuso, los sistemas de desinfección a un único líquido multiuso (desinfección, enjuague y conservación), el objetivo es el mayor cumplimiento de higiene por parte del usuario de lentes. Sin embargo, la tasa de contaminación del portalentes ha permanecido constante en el tiempo. - Edad y tiempo de reemplazo del portalentes. Los estudios evidencian que en los estuches reemplazados con más de 6 meses, hubo un mayor riesgo de queratitis microbiana severa en comparación a aquellos reemplazados más frecuentes. Wilson et al. Sugieren que los casos de lentes deben ser sustituidos en cada compra de nuevas soluciones de desinfección.
- Diseño del portalentes.
Se ha debatido si el diseño del mismo puede hacerlo más propenso a la contaminación. Por ejemplo, cestas o estuches planos, así como el estado de éstos, grietas y superficies rugosas… defectos que pueden proporcionar un nicho ideal para la colonización bacteriana y Biofilm. Sin embargo, Devonshire et al. no encontraron diferencias significativas entre los diseños en el nivel de contaminación. - Modalidad de uso de lentes de contacto. Los autores no encontraron ninguna diferencia significativa en el nivel de contaminación del portalentes de usuarios de lentes convencionales y lentes desechables, ni entre el tiempo de uso de la lente (h /día).
- Experiencia de uso de lentes de contacto
Un estudio realizado por Yung et al. no encontró diferencias en el nivel de contaminación del portalentes entre grupos que tienen diferentes experiencias de uso. Sin embargo, se ha planteado la hipótesis de que la experiencia en el uso de lentes teóricamente reduce el tiempo de manipulación y por tanto la posibilidad de contaminación.
Por el contrario, los usuarios experimentados son menos vigilantes con las prácticas de higiene, por lo que podrían ser más proclives a la contaminación. - Género.
Se ha demostrado que los hombres tienen menor cumplimiento de la higiene, e independientemente, tienen un mayor riesgo de
queratitis microbiana en comparación con las mujeres. - Lavado de manos.
El mal lavado de manos es común en los usuarios de lentes de contacto, siendo un factor de riesgo para la queratitis microbiana. El lavado de las manos con jabón es recomendado para minimizar la contaminación.
Un estudio ha demostrado que el lavado de las manos con agua y jabón regularmente puede aumentar la cantidad de contaminantes transferidos de las manos a la lente de hidrogel que no lavarse las manos. Y sólo el uso de una solución de alcohol después del lavado de manos sería beneficioso. Estos hallazgos son controvertidos y aún no están claros del todo.
Teniendo en cuenta estos factores de riesgo, las directrices para el cuidado de los portalentes han sido controvertidas. La FDA (The Food and Drug Administration) aconseja:
- enjuagar el portalentes con la solución desinfectante
- secado del mismo al aire y boca abajo después de su uso
- reemplazarlo cada 3-6 meses
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Wu YT, Willcox M, Zhu H, Stapleton F. “Contact lens hygiene compliance and lens case contamination: A review”. Contact Lens and Anterior Eye. 2015 Oct;38(5):307-16. doi: 10.1016/j.clae.2015.04.007.