Así lo ha demostrado un ensayo clínico randomizado realizado en Estado Unidos (1) en el que se incluyeron 394 ojos que se estudiaron durante 2 años. Los pacientes fueron randomizados para ser tratados mediante panfotocoagulación precoz (en este grupo se permitieron inyecciones intravítreas de antiangiogénicos para tratar el edema macular) o bien para ser tratados mediante un protocolo estructurado de inyecciones intravítreas de ranibizumab.
El protocolo empleado para el tratamiento mediante inyecciones intravítreas de ranibizumab consistió en la mayoría de los pacientes en una inyección cada 4 semanas durante los primeros 6 meses (aunque en algunos pacientes las inyecciones pudieron suspenderse en los meses 4 y 5 al desaparecer los neovasos). A partir de los 6 meses las inyecciones podían ser suspendidas si los neovasos permanecían estables o se habían resuelto en 3 visitas consecutivas.
En el grupo de la panfotocoagulación , al cabo de 2 años la agudeza visual permaneció estable, con una media de -0,53 letras, si bien un 53% de los ojos recibieron inyecciones intravítreas de ranibizumab para tratar el edema macular concomitante, incluyendo un 35% que ya lo presentaba al inicio y un 18% que lo presentó durante el seguimiento. En el grupo tratado con inyecciones intravítreas, el promedio de la agudeza visual fue mejorando gradualmente después del inicio del tratamiento, con un pico entre las semanas 32 y 52 y permaneció positivo con un promedio de gananacia de 4,5 letras a los 2 años.
Como era de esperar, la pérdida de sensibilidad en el campo visual fue notoriamente peor en el grupo tratado con láser, con una media de 372 decibelios de pérdida respecto al grupo tratado con inyecciones. Además, la aparición de edema macular fue mayor en el grupo tratado con láser (28%) que en el grupo tratado con inyecciones (9%). Asimismo los ojos tratados con láser, requirieron vitrectomía con mayor frecuencia (15%) que los ojos tratados con inyecciones (4%).
Este estudio se está prolongando en la actualidad hasta completar 5 años de seguimiento y puede cambiar de forma considerable el manejo de la retinopatía diabética proliferativa, que se ha venido tratando desde hace 40 años con fotocoagulación láser.
(1) Writing Committee for the Diabetic Retinopathy Clinical Research Network. Panretinal photocoagulation vs intravitreous ranibizumab for proliferative diabetic retinopathy: a randomized clinical trial (published online November 13, 2015)
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