Con la llegada del buen tiempo el uso de las lentes de contacto de uso cosmético, para cambiar la apariencia de nuestros ojos, se han convertido en un objeto de moda cada vez más popular entre los adolescentes.
No obstante, estas lentes, que pueden adquirirse en internet o en tiendas no especializadas sin prescripción, lo que suponen un serio peligro para la salud ocular si no se utilizan bajo supervisión médica.
Cuando un paciente decide utilizar lentes de contacto, bien para corregir su visión o por cuestiones estéticas, debe acudir al oftalmólogo u optometrista para que examine sus ojos y valore si el uso de las lentes puede agravar problemas ya existentes.
Para ello un especialista debe:
1-Graduar correctamente las lentes
2-Comprobar si el paciente puede usar lentes de contacto
3- Enseñar al paciente a manejarlas de manera apropiada
4- Realizar un seguimiento para comprobar si se adaptan correctamente a las necesidades de visión del paciente.
Si no se sigue este proceso es posible que aparezcan trastornos serios,
POSIBLES COMPLICACIONES:
la ÚLCERA CORNEAL, una de las complicaciones más graves derivadas del uso de lentes de contacto y que afecta a una de cada 2.500 personas que emplean lentillas todos los días. La cifra es aún mayor en el caso de quienes acostumbran a dormir con las lentes puestas o las adquieren en comercios no autorizados sin las medidas sanitarias y de seguridad necesarias.
Aumenta el RIESGO DE INFECCIONES, ya que las pequeñas piezas de plástico impiden que llegue al ojo la cantidad de oxígeno necesaria y favorecen la acumulación de bacterias que provocan infecciones.
Todos estos riesgos pueden reducirse mediante el control de un OFTLMÓLOGO u OPTOMETRISTA.
En cuanto a los padres. Cavanagh recuerda que “permitir que un menor utilice lentillas sin control médico es como entregarle las llaves de un coche a una persona sin permiso de conducir”.
bibliografia: artículo de El Mundo- medicina 13/10/2013
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